Marina Bustamante proviene de una
familia de escasos recursos de Barrios Altos y recuerda que su afición por el
cuero nació desde muy niña al ver a su abuelo curtir ese noble material. Con el
tiempo vendría toda una sucesión de idas y vueltas hasta alcanzar el éxito hoy
ella es propietaria y gerente general de Renzo Costa.
EL GARAJE, SU PRIMER TALLER, tras terminar el colegio, Marina tuvo
el impulso de contar con una empresa que le permitiera materializar sus
aspiraciones e ideas. El garaje de su casa fue su primer taller, aunque su padre, en un inicio, prefería
que su hija estudie una carrera.
ESTUDIO Y CREATIVIDAD, sus estudios
de psicología en una conocida universidad los realizaba paralelamente al
desarrollo de su pasión: transformar el cuero. En su taller creaba carteras y
cinturones de piel artesanalmente y sus productos empezaron a hacerse conocidos
entre los dueños de las boutiques de Lima. Dada la originalidad y calidad de
sus trabajos, Marina recuerda que algunas veces sus clientas hacían cola para
que les confeccionara carteras.
NACE RENZO COSTA, mientras
estudiaba en la universidad decide casarse y fruto de ese amor nace su primer
hijo. En ese periodo, a pesar de que Marina no contaba con un gran presupuesto,
se aventura a alquilar una tienda en una conocida galería del jirón de la Unión
a la que le puso el nombre de su primogénito, Renzo Costa.
UN PEDIDO GRANDE Y EL ÉXITO, un día
aparece una dama trujillana que coloca un pedido grande de carteras. Con el
adelanto recibido atendió la orden y mostró los productos en las tiendas antes
de entregarlos. Esto le permitió conseguir nuevos clientes. La gran acogida le
permite contratar mas personal y al poco tiempo adquiere un local en la cuadra
cinco del transitado jirón capitalino.
VIAJES Y NUEVOS HORIZONTES, ya
instalada en su nuevo establecimiento decide viajar a Argentina para ampliar
sus conocimientos en el arte de la producción de artículos de cuero y así
decide incursionar en ese rubro y produce diseños exclusivos de esta apreciada
prenda.
RUMBO AL EXTERIOR, cuando todo iba
viento en popa en el negocio a fines de los ochenta, los tiempos difíciles del
terrorismo obligaron a Marina y su familia a viajar al vecino país del sur. En
Chile abren varios locales “Renzo Costa” que tuvieron gran éxito. Años después
retornan al Perú y abren nuevos establecimientos en distintos lugares del país.
CRISIS Y OPORTUNIDADES, el clima de
los años 1997-1998 afecto las ventas por que
la gente ya no compraba casacas de cuero. “Fue el momento más difícil.
Hasta queríamos rematar la marca”; señala, pero tomaron la decisión de
convertir esa amenaza en una oportunidad para incursionar en otros productos
como billeteras y accesorios d cuero.
SIN SUSTO A NADA, “A los que
venimos de abajo no nos asusta nada porque el haber estado en situaciones
difíciles nos dio una lección de vida. Esa es nuestra fortaleza para continuar
adelante”, afirma Marina. “No hay que asustarse frente a las dificultades,
siempre hay que ser perseverantes teniendo confianza en uno mismo”, recomienda esta emprendedora, quien no se
detiene ante los nuevos retos.
SER PERSEVERANTE, la marca Renzo
Costa expandió sus horizontes y actualmente tiene presencia en importantes
centros comerciales como Plaza San Miguel y el Jockey Plaza. Además exporta sus
productos a exigentes mercados como los Estados Unidos, Alemania y Holanda. No
faltan las dificultades pero son más los nuevos mercados que se abren para la
calidad de esta exitosa emprendedora peruana.
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